Viaje a Costa Rica y Panamá (Parte II y última)

De vuelta a la narración, os dejé en Panamá. Allí me despedí de mi buen amigo Pach al que puede que no vea en años, y me dispuse a conocer la parte caribeña de Costa Rica. Muy curiosa la separación fronteriza entre este país y Panamá, en Sixaola, que consiste en un puente que se mantiene milagrosamente firme a pesar de ser atravesado por peatones y enormes trailers constantemente. Esta vez no hubo necesidad de soborno y me presenté bien entrada la tarde en Puerto Viejo en donde pretendía quedarme unos días para visitar la zona.

Una buena mañana me cogí una bici y me recorrí 15km de costa, desde Puerto Viejo hasta Manzanillo. Paseo extremadamente agradable, y gran descubrimiento el de Punta Uva. En Manzanillo decidí adentrarme en la selva, donde pude contemplar y disfrutar la famosa biodiversidad costaricense durante 4 horas, 2 de las cuales estuve completamente perdido, con la consiguiente intranquilidad, sobre todo por el tema de estar rodeado de arañas y ranas rojas venenosas entre otras "amenazas". El peor momento fue cuando una pequeña serpiente se cruzó en mi camino, y yo le ofrecí mi pie, cubierto por una simple sandalia, como manjar de mediodía. Afortunadamente parece que se asustó más que yo y huyó como hubiera hecho yo si mis reflejos hubiesen funcionado.

Otros 15km de vuelta y diversos chapuzones después, retorné al campamento base, donde conocí a un rastasurfer local con quien compartí el resto de la jornada, y me introdujo en la cultura local. Mi siguiente destino iba a ser Cahuita, bonito pueblecillo costero que vi...en el autobús, puesto que en éste iban 2 catalanes (Lluis y Alec) y una madrileña (Blanca) a los que me junté para ir a Tortuguero. Algunas de las fotos que pongo son de Lluis, que es fotógrafo, y tiene bastante más calidad que yo (espero que no te importe).

Lástima de tiempo allí, pero tremenda la experiencia del recorrido en lancha hasta el pueblecillo. Además me reencontré con los vascos del primer día, y nos volvimos a dar un homenaje. También fue bestial la experiencia de ver el nacimiento de unas tortugas, y ayudarlas a llegar al mar.

Visto las inclemencias meteorológicas, me uní a Lluis y Blanca que alquilaron un todoterreno al que fui invitado en calidad de viajero y chófer. Era el enésimo medio de transporte que probaba tras el avión, el bus, el minibus, el coche, la bici, la lancha, la barca y los pies. Creo que para conocer un poco un país, es obligatorio usar un coche al menos unos días ya que aúna la libertad de movimientos y la velocidad en el desplazamiento.

Nuestra siguiente parada era La Fortuna desde donde ibamos a contemplar el volcán Arenal, y sus erupciones nocturnas de lava. Lástima que la nubosidad no nos permitiera disfrutar del espectáculo en toda su inmensidad. También nos dio tiempo a ver el EcoParque Danaus en donde había una concentración ingente de fauna y flora: osos perezosos, tucanes, mariposas, ranas rojas y verdes, caimanes, murciélagos...

Finalmente, y tras despedirme de estos 2 estupendos compañeros de viaje y de mi adorada Lonely Planet, me aventuré hacia Heredia, última parada de mi viaje, donde habitan Carlos y Alba, 2 chavales de Getafe que conocí en Panamá, y me acogieron gustosamente (de nuevo, muchas gracias!) en su humilde morada.

Y este es The End. Con muchas ganas de repetir este tipo de viaje. De momento, tengo en mente India, y sobre todo Nepal. Alguien se anima? ;)

Resumiendo...

Bien, ¿y dónde está guardado el coraje?

Esta tira acerca de una visión alternativa de "El mago de Oz" me pareció un resumen ideal al momento en que pasa por mi mente el: porqué andará contándome parafernalias y dando vueltas sin rumbo si realmente todo esto se podría resumir de un modo mucho más rápido, eficiente y preciso, y que seguramente no tenga nada que ver?

Mi idea es sobre todo aplicarlo a la vida cotidiana, y no realmente a las películas (aunque algunas se lo merezcan), pero me ha servido para introduciros el blogcomic titulado See Mike Draw que consigue arrancarme alguna que otra sonrisa y que descubrí gracias a uno de mis declarados blogs fundamentales: Alt1040.

Viaje a Costa Rica y Panamá (Parte I)

Bueno, como prometido, intentaré hacer una breve crónica sobre mi pequeño viaje, que separaré en un par de posts para no aburrir al personal. Incluiré alguna foto aunque la mayoría las iré subiendo a mi cuenta de Flickr. La intención del viaje era buscar un descanso tanto mental como físico y por ello me fui solo, con una mochila, a estos países de Centroamérica.

Sufriendo 10 horas de vuelo sin video ni música llegué a San José, capital de Costa Rica, y tras probar el transporte público costaricense, deposité mi mochila en un hostal donde estábamos 5 personas: 3 chicos y una chica de Amorebieta, y yo. Casualidad. Sin duda. Así que lo celebramos con una cena que fundió un 10% de lo que me gasté los 15 días siguientes. Para esos somos de Bilbao...

A las 5 de la mañana del día después, cogí un autobús que, atravesando el centro del país, y haciendo parada en una soda ("restaurante local") a 3100m, me llevó a Palmar Norte. Desde allí tomé un taxi a Sierpe, y una vez en ese pueblo agarré la última lancha que me podía llevar a Bahía Drake en el Pacífico, y concretamente, a Agujitas. Mi destino final eran unas pequeñas casetas cerca del pueblo desconocido de Progreso en donde mi amigo Pach desarrolla su labor de biólogo en un proyecto de tortugas lora. Al viajar en época de lluvias, las carreteras estaban cortadas por lo que la vía marítima era la única opción. Desde Agujitas hasta mi meta tuve que caminar unos 3km cargado con la mochila a través de la playa, y cruzar un par de ríos con la ayuda de una pequeña canoa.

Dentro del proyecto, en el cual estuve 3-4 días, tuve que hacer labores de vigilancia del vivero y de la playa (caminatas de 8km) para poder justificar mi alimentación y techo. Puesto que allí carecen de electricidad, el horario lo dicta el sol (por decir algo, ya que no paró de llover). Entre las anécdotas curiosas que me ocurrieron por allí, para resumir, podría contar cómo tuve que pasar el río que separa la playa del poblado a nado. Esto no sería interesante si no mencionara que en el río hay caimanes, cocodrilos, arañas de río, etc etc. Mi única defensa era un palo. Desde aquí Pach, sigo agradeciéndote la experiencia, puesto que continúo temblando. En otra ocasión se consiguió volcar la barca de unas turistas australianas con la consiguiente pérdida en material fotográfico y electrónico.

En la siguiente etapa del viaje, y esta vez acompañado por el liante Pach, partimos rumbo a Bocas del Toro que se encuentra en unas islas caribeñas pertenecientes a Panamá. Para llegar hasta allí tuvimos que atravesar el país de manera paralela a la frontera para lo cual necesitamos 3 lanchas, 3 taxis, 2 autobuses y un soborno en la frontera. Tiempo total aproximado: 11 horas, todo un record. En Bocas por fin vi el sol...y me quemé, como no. Aquellas islas son paradisiacas. Podría ser definido como la Ibiza de los hippies, por la fiesta, que por supuesto disfrutamos junto con gente de Getafe, Canada, Noruega, Alemania, EEUU... ;) Recomendaría Wizzard Beach, en la isla de Bastimento, aunque también me han hablado maravillas de la isla de Zapatillas que no tuve tiempo de explorar.

Hasta aquí la primera parte. En próximos episodios trataré de narrar mi vuelta al viajar solitario.

Odio y vengaza descontrolados

Mientras encuentro fuerzas para escribir una breve crónica de mi aventura centroamericana, os dejo este videoclip que me ha gustado, y en parte también describe mi estado de ánimo a mi regreso a Madrid. La canción en cuestión es Hyacinthe, de Thomas Fersen que acabo de descubrir gracias a Llámame Lola. A modo de descripción:

Hyacinthe, del disco Le pavillon des fous (2005) y es obra del dibujante francés Joann Sfar, autor de obras tan conocidas como La Mazmorra, Pascin, y El gato del rabino. En su web podéis ver además el storyboard que hizo para el videoclip.